Busqueda de la facultad del ingenio en la poco sencilla creatividad cómica

La risa es la auténtica medida de la felicidad.



martes, 29 de mayo de 2012

El irredento solar del remedio pajolero

Cuando despertó, Odiseo, consternado por el colapso de los sentidos, se puso a recordar los dulces cantos y sentía al revivir su belleza que aquella experiencia, brutal para los sentidos, célula a célula como un todo angelical, había merecido la pena

- Hice bien en explorar mis capacidades, aunque nunca estuve seguro de controlar la situación y me angustiaba intelectualmente el soltarme de estas ataduras y caer en los abismos de la dicha tramposa de las mujeres aladas con garras afiladas; ya pasado el riesgo noto que todo ha merecido la pena, todas las emociones y sensaciones condensadas en un solo movimiento imantado de melosa atracción celular insuperable, que por suerte estar amarrado a este mástil  me ha impedido sucumbir a su atracción.

Aunque seguía atado a aquel mástil central de la nave, Odiseo  se sentía cómodo y no deseaba llamar a sus hombres para que lo desatasen. Que magnifica e insuperable experiencia, su solo recuerdo le producía una psicodélica paz infinita. Era como un orgastrón visceral de experimentación indescriptible y de una pedagogía de insuperable elevación. Ya estaba deseando, aún más, volver a casa para poder intentar detallarle a Penélope la, tal vez, inenarrable experiencia.

La paz interior le permitía no oír los ruidos que la marinería estaba haciendo en sus labores cotidianas, no le extrañaba que no le molestasen, pues él parecía seguir teniendo una pose de dormido en profundidad, y se los imaginaba con los tapones de cera en los oídos todavía colocados sin permitirles oír nada.

El tiempo iba pasando y el cuerpo parecía pedirle acción, y aunque no quería fastidiar aquella paz inmensa y quizás irrepetible, comenzó a llamar al marinero timonero por su nombre.

- Euroloco, Euro-loco, desátame de estas maromas. ¡Euroooolooocoo, Euroooolooocoo!. Vaya,...ya debe estar el Euri haciendo de las suyas como siempre.

Nadie parecía escucharlo.

-         Estos bobos se han vuelto a ponerse a jugar a la taba en las bodegas, no se les puede dejar solos. Con esta tripulación estamos al albur de los vientos.

Intentó desatarse mas no pudo conseguir nada más que escoriarse la piel y agotar las pocas fuerzas que la psicodélica audición le había dejado.

Recordaba las instrucciones que le dio la bruja Circela Market, aquella que convirtió a los hombres en cerdos,  en las que le indicaba que para no sucumbir al cántico magnético de las sirenas cautivadoras, para lo que tenía que sellar con la cera ensordecedora los oídos de toda la tripulación y que si el quería vivir la experiencia de oír sin riesgos podría hacerse atar al mástil.

Según pasaba el tiempo se iba dando cuenta de la situación, y pensó que algún enteradillo de la tripulación se quitó la cera de sus oídos y ante los magníficos cantos no quiso que sus compañeros se perdieran la experiencia y les fue quitando la cera. Así, uno a uno fueron sucumbiendo a la inevitable atracción de los cánticos y desapareciendo uno tras otro tras la bruma y cayendo en las garras de las sedicentes sirenas aladas.

Estaba solo, completamente solo, atado y al pairo, no se sintió peor en ningún momento de aquella travesía de desastres y desvíos.

Entonces comprendió su error, debía haber atado a toda la tripulación al mástil, y él taponarse los oídos. Hubiese sido la única manera de asegurarse que aquellos ineptos no metiesen la pata hasta el fondo.

Ya solo pensaba en palabras negativas de poca fortuna para su destino: albur, pairo, deriva, caos, …tormenta perfecta.

Y buscó la solución, no obstante no se le ocurría nada, solo sabía una cosa.

-         Es necesario que cambie la situación. Solo puede salvarme un desastre aún mayor, que esta nave se estrelle contra las rocas y yo me pueda liberar de estos engranajes antes de ahogarme.

Vaya, hay momentos en los que las soluciones son peores que los problemas que pretender corregir.



Odiseo, muy enfadado por lo cruel de la situación todavía tenía capacidad de superación y se enfado mucho más, cuando alguien cortó sus amarres al mástil de abajo a arriba, y con las manos todavía atadas se dio de bruces con la madera de la cubierta.

- ¡Este Euro-loco!

Por suerte para todos, en su aburrida sordera, la tripulación había bajado a la bodega a jugar a la taba.

Años después, cuando se abrazó por fin a Penélope, no se alegraría tanto como en aquellos momentos cuando el timonero Euro Loco le daba un vaso de agua, mientras le hablaba de que le había ganado la partida a la taba al marinero Helenos.

-         Que infeliz se vive en la ignorancia. Pensó Odiseo.

Emoción que no falte, llegará Odiseo a Ítaca sano y salvo. Dejará Penélope de tejer y destejer la madeja helénica.

De aquí a Ítaca solo irá quedando el timonel del bajel.
-         ¿Odiseo?
-         No, no lo creo.
-         Yo sí lo creo, Odiseo. Pero que pasa con el perdedor...

Y Helenos, sí, no, sí, no,…

Como cambian los tiempos,… y los cuentos.

Ni las profecías son fiables,
¡Vaya con la de los mayas!



LA BOLA DE NIEVE SE SIENTE IMPARABLE
UN INSTANTE ANTES DE POR EL ABISMO
LANZARSE.

Nos las prometían felices
Con el cambio de convenio,
Pero empezaba el invierno
Con un palmo de narices.

Este anzuelo de lombrices
No era picado en directo,
Van cometiendo deslices
Y orinan fuera del tiesto.

Aquellos grandes aliados
Que son tan buenos amigos,
No los han considerado
Como sus fiables testigos.

Si la prima se dispara
Por cuentas mal contadas,
Echa la culpa a la cara
De cuentistas descaradas.

No mires tanto al pasado
Como el único motivo,
Abusando de las culpas
Del anterior incumplido.

Si algo pasa, nada dices,
Si dices hay desconcierto,
A ver quién arregla esto
Y evita que nos revisen.

No se te pasa el enfado
De tus batallas perdidas,
Ni disponiendo el guisado
Se va arreglando la vida.

Mientras se pasa este susto
Puedes quejarte en privado,
Mas no desmoralices al vulgo,
Que quiere un buen resultado.

Esta situación cambiante
No te sirva de consuelo,
Si eras el solucionante
No mitigues el desvelo.

Aquellos que la han liado
Pueden dormir en abierto,
Son tantos los implicados,
¡A saber quién es el muerto!.

Posible que estés gafado,
Aunque tengas tanto cuento,
No te quejes del pasado
Ni andes con aspavientos.

El pasado del anterior
Era tu mismo concierto,
De suelos urbanizados
Y descontrol en el freno.

Con convenios urbanísticos,
De concejos tan inflados,
De tantos metidos a listos
A todos nos han arruinado.

Con burbujas y tropelías
Faltan las explicaciones,
Sobran las escorrentías
Y se pierden los millones.

No soy quien la ha liado
Y pago esta barbaridad,
Aquellos que la montaron
Se sienten con impunidad.

Mucha herencia recibida,
Pero nadie es demandado,
Más parece una artimaña
De un colega cochambado.

Espero comer perdices
Cuando le pongas remedio,
Si me creo lo que dices,
Verás lo que yo me pierdo.


¡QUE VIVAN LOS BONOS, QUE MONOS!

Tómate la pifia con alegría,
Y mientras otro lo celebra,
Nos veremos en la cafetería,
A ver si pronto se arregla.

Ojalá que llueva un trillón al banco.
Ojalá que llueva un trillón…

Y tengamos un colchón,
De créditos a mogollón.

El amor y el dinero son unas armas cargadas de futuro.
Amor para unos, dinero para otros.

Haz el colchón y no la quiebra.


ES MENESTER VOLVER A NACER.

OTRA VEZ.

sábado, 12 de mayo de 2012

Feliz aniversario, hoy mucho más necesario.


Se nos destapó la imaginación,
Devolvió la esperanza al corazón.


Se sabía quien había causado el desastre.



Estaba claro que con el cambio de moneda nos robaban la cartera del bolsillo.  

100 pesetas is not 1 euro.           

Y siguen.


En un juego de club de trilers  nos presentan culpables indiferentes.


El ambiente era inmejorable, oxigenante de solidaridad.



Nada como una pancarta para decir verdades como puños.



Pancartas de plena actualidad.



Aunque se rayase el exceso de optimismo.



Demasiado optimismo.


Eventos con mucha gente, muchísima gente.



Lugares inolvidables como campeones.


Realidades que hacían aflorar la vena poética y colocarla a lomos de un rocín.



Lo pedregoso del camino no impide la búsqueda de nuevas rutas.


Los problemas siguen


Y que no tomen por tonto a nadie por pagar los perjuicios causados por otros, los culpables no son los perjudicados.

No cuela.

Quien lo ha destrozado que lo arregle ¡YA!. YA, YA, YA, YA.

Ya, es ya mismo, ahorita mismo. Con prisas.

viernes, 4 de mayo de 2012

Estás solo en la vida Erizete


Garbín Heart era el star system ambiental de la comunidad. Tenía un consulting de asesoramiento ambiental y urbanístico que supo especializar en exclusiva en la labor ambiental cuando la burbuja inmobiliaria parecía un globo sonda de color rojo fosforito y los servicios urbanísticos municipales de varias localidades le ofrecieron ponerle en nómina a cambio de que les pasase informes con conclusiones determinantes por escrito.

Empezaba a tener más comidas de trabajo con final de gran copeo y se veía en las televisiones locales más de lo que podía soportar. No lo soportó y decidió pasar a segunda fila.
Solo lo consiguió a medias. La gente lo saludaba por la calle y al menor pretexto le consultaba sobre los más variopintos temas, que él contestaba con cierta diligencia pasando la bola a cualquier organismo oficial competente.

Estuvo varios meses con gafas oscuras y poblada barba intentando pasar desapercibido; de aquella época le quedó la barba, aunque ya más arreglada y coqueta, lo que no impedía que se le siguiese reconociendo y parando por la calle.
Aquel día, después de una tormenta paseaba por delante de la verja del Paraíso cuando el custodio de la residencia, al que no conocía, se dirigió a él en confianza y le preguntó solemne:
-         ¿Es esto un Erizo, Garbín?
-         Claro, es un erizo joven – indicó Garbín Heart.
A su vez se llevó una ingrata sorpresa al descubrir la cabeza de la, sin duda por su mayor tamaño, madre del erizo Erizete con signos evidentes de haber sido partida en dos por la railería  de la puerta automática que permitía la subida de vehículos al Paraíso y se encontraba dividida en dos partes: una de ellas cabeza y algo de cuello con púas y a medio metro, el resto del cuerpo.
Acababa de finalizar una torrencial lluvia, por lo que Garbín Heart dedujo que Erizete y su madre habían salido de caza y, sorprendidos por la tormenta, fueron, al hacerse la bola protectora de los erizos, arrastrados monte abajo por la lluvia hasta que la puerta automática frenó su bajada y los paró; un vehículo que llegaba hizo accionar el mecanismo de apertura y el rail pilló a uno de los pinchos de la madre de Erizete que no pudo huir y sin remedio fue partida en dos por una rueda de hierro de apertura de la verja. Posiblemente Erizete la estaba llorando desconsolado al lado de su decapitada madre cuando al dejar de llover fue descubierto por el custodio y éste avisó a Garbín Heart, que enseguida se hizo cargo de la situación y cogiendo a Erizete de dos púas, lo colocó en una jardinera cercana.

El custodio recogió los restos de la madre eriza para darles urbana sepultura.


Todo el tiempo que trascurrió cuando descubrió a los humanos lo paso Erizete enroscado sobre sí mismo, protegido por sus púas. Tras ser colocado en la jardinera, Erizete pensó que aquel humano que le había sacado de la dura losa para colocarle en la cómoda, aunque mojada jardinera, tenía buenas intenciones.
Así cuando vio que se acercaba para hacerle las fotos con el móvil se dirigió a él en tono lamentoso:
-         Me he quedado solo, no se qué hacer, llévame contigo – le dijo Erizete con voz lastimera y apenas audible.
Garbín tenía cualidades telepáticas que solo él conocía.
-         En el fondo no hay retroceso, no puedo, eres de una especie protegida, sería un delito – le dijo Garbín Heart.  
-         Llévame contigo, llévame contigo -  clamaba Erizete, entre temor y desconsuelo.
-         No puedo, no te lo mereces. No te mereces un piso y una jaula cada vez que lo abandones. Tú te mereces este paraíso, un monte con vistas al mediterráneo, a las playas, al puerto, a la nueva zona de ocio del muelle 1, al Palmeral de las sorpresas, al Parque, a la Victoria, a la catedral, a los turistas. Te mereces extender tus dominios a Gibralfaro, la Alcazaba, el Teatro Romano, el Parador.
-         Ya, pero apenas he aprendido a volver a la cueva solo, apenas se buscar la comida.
-         Ya aprenderás si eres listo. Lo más importante es aprender a no ser comido y es mejor pasar hambre que correr riesgos. Ve despacio. Debes competir en este mundo de zorros y ventajistas, de rapaces y carroñeros. Con cuidado, tienes que aprender un oficio a tu medida, a especializarte en una actividad adaptable a tus intereses, a innovar para triunfar, a ser laborioso y emprendedor,  disciplinado, trabajador y metódico.
-         Necesito ayuda, ayúdame tú o que me ayude una ONG.
-         Nadie te va a ayudar sin coste, estás solo Erizete, tú debes buscar tu lugar en el mundo.  Da las gracias si los antiparadisíacos no facilitan tu caza mediante el cobro de una tasa para recaudar o “mejorar el control de poblaciones”.
-         Vaya ánimos que das.
-         Es lo que hay. Usa tu instinto, mejor que te vayas haciendo a la idea de que el mundo es una charca maloliente y tú vales más por lo que callas que por lo que se te oye.
-         Llévame contigo.
-         No pierdas más el tiempo, seguro que la riada ha dejado un montón de oportunidades para aprender ¡No hay que dejar pasar una buena crisis!
-         No haré nada hasta que el hambre me movilice.
-         Haz lo que quieras, mas nunca te rindas. Y se legal, al menos que tus reglas estén claras. Se honesto, no acumules más de lo necesario.
-         Gracias, vuelve alguna vez.
-         No lo dudes. Cuidate.

Estás solo en esta vida, Erizete. Y suelto tanto cabroncete.


AHORA QUE ERES EL PADRE,
TANTO PERRO QUE TE LADRE.

Tú tienes unos padres descomunales,
que te mastican el pan tan trabajado
y lo ponen en tu boca de privilegiado.
Con ellos se superan las dificultades.

Así te hiciste tú tan fuerte como eres,
con tanta educación y fuerza como tienes,
que te hace tan atractivo a las mujeres
y de ellas, a la mejor tú ya sostienes.

El tiempo pasa y no en balde te requiere
que asumas, que ya tienes churumbel,
aunque tu padre te ayuda lo que puede.
Hincar el callo es ahora tu quehacer.

Finalizada tu temporada de barbecho,
se acabaron los mimitos de tu madre.
Aunque hoy paguen poco por lo hecho,
no es hora que a los tuyos defraudes.  

Doscientas veinte horas,
Setecientos euros,
Disposición para todo,
Todavía contento.

Que tiene que nevar, va a hacer frío.
Que hay que tiritar, hay gran vacío.
Qué frío en el lío, qué lío en el frío.
Se acabó el tío páseme usted el río.
Empieza la noche de mediocre recrío.

Ahora eres tú el padre, amigo Eduardo,
Si hay un problema habrás de arreglarlo.