Busqueda de la facultad del ingenio en la poco sencilla creatividad cómica

La risa es la auténtica medida de la felicidad.



jueves, 7 de julio de 2011

Cómico aficionado busca una leve sonrisa

Si el aplauso es el alimento del artista, la risa es el jamón serrano del humorista, y una carcajada del público es una cesta de navidad con todo el surtido ibérico al completo.

Grados de la risa humorística: mueca, sonrisa, risa, carcajada. Estos grados en sonoridad y gesticulación no indican intensidad ni calidad del estimulo.

Hay muchos tipos de risa humorística: histriónica o  actual risa enlatada de los show que a veces es efectista o contagiosa, la sarcástica, la fingida o de conejo, la sardónica o canina u hostil, la muda, la explosiva, la cínica, la irónica, la entrecortada, la tímida o risa con la boca tapada, la comercial o profidén, la intermitente o ametrallada, la risa boba, la oportuna para romper el hielo, la aterradora, la grosera o industrial, la desternillante o de mearse, la cachonda, etc.

Hay otras risas, pero mucho peores.

La risa cómica es esa explosión de alegría sonora y expresiva que suele finalizar con un enorme aplauso agradecido, lo que es un doble premio para el humorista.

Ahora bien, una sonrisa es como el cinco jotas del jamón de Jabugo, además bajo en calorías.

La sonrisa conlleva satisfacción, placer y diversión. He visto la sonrisa permanente de un recién iniciado en el amor, al conseguir un antiguo anhelo o aspiración, y al satisfacer un instinto primario como saciar el hambre. Es la puerta de la felicidad (siempre momentánea).

No hay nada como una leve sonrisa para un cómico aficionado.

Aparte de las connotaciones no cómicas de asombro, incredulidad o ingenuidad, la sonrisa implica las sensaciones positivas de talento, finura, admiración o sorpresa. La chispa. La sublimación de la inteligencia.

Uno no sonríe con las groserías o banalidades que  a lo sumo se acompañan con la risa grotesca correspondiente a tamaña  vulgaridad.


La risa conlleva una búsqueda de la capacidad de sorpresa al observador, los giros. Hay cosas que funcionaron siempre, pero que ya no están de moda, la bofetada o la caída funcionan pero están muy vistas. El público te pilla el regateo muy pronto y, o innovas o no funciona, aquí se piden ideas de refresco y renovación permanentes.

No hay mucho lugar para los atajos, un gesto funciona aquí y mañana está agotado, este gesto funciona bien y el gesto de al lado ya se ha pasado de rosca y resulta ineficaz, todo debe ser muy sutil y esmerilado.

Hay algunos trucos, el cómico con su propia carcajada abre camino a la risa ajena y si la gente acompaña sus risotadas ya tiene medio camino andado.

Si un estilo busca la trascendencia este es un tema complicado y su público exigente se reduce bastante, impidiendo recurrir a argucias o muletillas facilonas. El camino es seguir a Faemino y Cansado, pero sin ser Cansado ni femenino, digo Faemino.

Y no de la escuela del humorista Máximo (definido como un humorista con el que nadie se ríe y todo el mundo piensa), lo suyo es hacer reír, y que se piense.

La risa es catársica, de aquí la risoterapia actual, la alegría de sentir, un sentido de la libertad que permite un distanciamiento de la mísera realidad, la superación de lo material, de las preocupaciones o problemas que atan y apartan de los pequeños placeres de la vida.

El cómico es muchas veces inocente de que el público no se le ría, el cliente está en otra cosa, en sus deudas, en sus amores, en sus codicias o peligros, que le apartan de la onda alegre.

La risa es erótica, uno se ríe sanamente y aumenta su atractivo. Lo que tiene consecuencias prácticas, se liga más. La gente cada vez se ríe menos, confundiendo el sentido de la vida con el de este tonto mundo adinerado, en una espiral de seriedad caducada y secuestrada por el qué dirán. Que se acaba en no soñar ni  reír, ni ligar, que es lo básico e imprescindible.



Por la carcajada un mundo
Por la sonrisa un lucero
Con la risa de crucero
Por la tarde yo te espero
Son tus ojos un velero
Azules de claro cielo
Con esa mueca no quiero.

Toma ya.

Cómico aficionado busca una leve sonrisa, sin complejos ni canes ni conejos.

Reír siempre reír. Aunque sea contigo mismo.
Alegría de sentir. La auténtica medida de la felicidad.

1 comentario:

  1. Esta entrada es de jamón cinco jotas y queso curado de oveja. Estás que te sales Pedro.

    Muchas risas de un amigo.

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