Busqueda de la facultad del ingenio en la poco sencilla creatividad cómica

La risa es la auténtica medida de la felicidad.



jueves, 23 de febrero de 2012

Paroxística global

Alguien infló un globo,
Otro lo hinchó aún más,
Uno insufló más aire,
El globo echó a volar.

El globo sube, sube,
El globo crece, crece,
Al crecer da sombra
Y a muchos guarece.

El globo soltó el lastre,
Cogió gran velocidad,
Se soltaron los cables,
No se pensaba en bajar.

Cogió gusto al riesgo,
Incrementó la velocidad
Dominaba a los vientos,
Tan digno de admirar.

Abajo deslumbraba
Su enorme capacidad,
Alguno lo exaltaba
Con gran pomposidad.

En la primera tormenta
El globo echó a planear,
El vértigo daba miedo,
Pero el freno no usará.

El globo ya incómodo,
Se quejaba de su mal,
De compás acelerado
Y altura descomunal.

Ninguno hizo ya caso,
Nadie quiso escuchar,
Tan solo pocas voces
Que eran temeridad.

Algunos dijeron basta,
Al globo hay que enfriar,
De las temibles alturas
Le tendrían que bajar.

Tantos tan contentos
De euforia colosal,
Tacharon de aguafiestas,
De torpe calamidad.

Hasta que la obesidad,
Pobre, ya sin ambages,
Hizo poff, puff, pafff,
Saltando por los aires.

Baja hasta la tierra
La resaca sideral
Se acabó la fiesta,
De nuevo a comenzar.


El derrame se esparce,
Se castiga la avidez,
Esta locura de mundo
Lo hace, pero al revés,
Sin enderezar el rumbo.

Para no darse de bruces,
Tendrás que consolidar,
Si poco a poco subes,
Un poquito has de bajar
Y fijarás los ajustes.

¿Y quién eres tú,
para decirme a mí,
lo que he de beber,
si voy a conducir?.

Y el porrazo para ti solo.

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