Busqueda de la facultad del ingenio en la poco sencilla creatividad cómica

La risa es la auténtica medida de la felicidad.



martes, 15 de noviembre de 2011

¿Quieres jamón, José Luis?


José Luis se acordaba de la anécdota que le oyó un día a Butano: “Si debes 10 millones tienes un problema, si debes 1.000 millones…el problema lo tiene el otro”.
Sabía que tenía que tomar una decisión rápida y contundente.
Esto cada vez está peor, cada vez vienen con más exigencias, no se sabe donde está el problema, quieren que les asegures que les vas a pagar, pero cuando se lo aseguras lo toman como un signo de debilidad y te suben la prima de riesgo. Estoy hasta los mismísimos.

Pensaba en aquella rueda de prensa con Toni en Londres cuando dijo alto y claro: A los que han metido la pata hasta el corvejón ¡no vamos a consentir que nos vengan con exigencias!

Estaba harto, ya era hora de enseñarle las orejas al buitre. Son ellos los que quieren cobrar, si no se les paga se acogotan ¡seguro!, está claro: lo mejor es no pagar, no pagaremos y a ver por donde salen. Vas a ver como se acaba tanta especulación  al alza.

Sí, ya se que va a ser un escándalo, pero el que no se embarca no se marea ¡el final del orinal ¡ ya está bien de aguantar desmanes.

-         Oye Elena, que he decidido no pagar, si nos echan del euro, pues nos vamos.
-         Uh…gracias …señor, José Luis, llevo esperando semanas que me des esta orden ¡ que les den por Jaén ¡  
-         Llama a quien tu sabes y se lo comunicas como una decisión irrevocable
-         Vale, ahora te llamo.

Diez minutos más tarde José Luis se estaba comiendo las uñas cuando sonó el teléfono.

-         Me ha dicho que está de acuerdo, todo el mundo está de acuerdo, me ha gritado un ¡Viva Don Pelayo!
-         Bien, a por la defensa de nuestra soberanía política y social.

Los mercaderes reculaban y llamaban desesperados para evitar su eminente quiebra.

-         Paga y daremos facilidades, no nos hagas esto.

Desde Roma llamaron para solidarizarse y seguir la misma estrategia.

¡Viva El Empecinado! Ya era hora.

Sonsoles estaba a su lado, le dio un beso y le susurró al oído:
-         ¿Como tenemos que ir a votar, debemos almorzar temprano, cómo quieres el bocadillo de jamón de Guijuelo o de chorizo de Cantimpalo?

José Luis entre dormido entre enfado y casi descansado, contestó:

-         De jamón ¡que estoy harto de chorizos!



Mañana la libertad. Suspiros de España.

-         Espero que no me tengan que echar de menos. Si vuelvo no pago ni un euro. Y que salga el sol por Flandes.

Sigue el asedio.

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