Septiembre ha levantado muchos cursos, para mi el verano es septiembre y un poco más de calor.
Tras los derrotados julio y agosto, que como todos los años generan múltiples expectativas que nunca se cumplen, llega la resaca de septiembre, resaca de decepciones. Pero, eso era antes, nunca hay que dejar pasar un buen septiembre.
Ya hace años que conseguí en septiembre salvar el año, siempre tuve muy buenos resultados con la excepción del año pasado que traté a este bendito mes como una prolongación de los dos anteriores y resultó, en efecto, como ellos: decepcionante, ni trabajé, ni triunfe, ni estudie. Consecuencias: repetición de curso, y todo lo imaginable para un fracaso tan notorio. Padre, madre y santos familiares.
Por eso este año el día 1 he dado por concluido el desarrapado verano y me dedico a preparar sin rodeos el próximo curso.
Como repetí curso y aprobé todas las que me quedaban en junio, este mes no tengo que ir por la facultad a examinarme, pero voy a otras cosas. A media mañana cojo el autobús y me acerco a la Ciudad Universitaria, tomo café en Derecho que está más ambientada e inicio la turné por las diferentes facultades para leer en las bibliotecas cosas que considero interesantes. Estoy sorprendido de la infinidad de cosas que me he dado cuenta que me interesan ahora y que hace un mes desconocía: innovación de sistemas cibernéticos, diseño gráfico, filosofías orientales, homeopatía, etc.
Nunca había pensado que se pudiese ligar más en la biblioteca que en el bar, pero así es, en el bar se descubre rápido que eres un ligón sin cualidad alguna, en la biblioteca sigues necesitando afectos, pero siempre parecerás lo que también eres: un menesteroso de saber y cultura. No es conveniente descubrir tus cartas precipitadamente.
También paso por las cátedras a preguntar cosas evidentes y hasta inverosímiles, con unos resultados admirables para abrir camino de nuevas amistades y lo que se presente, hasta alguna profesora en lista.
Siguiendo el método cibernético, por las tardes nada de bares ni piscinas, yo de ojeo por las librerías, discos y tiendas de ropa deportiva, de electrónica y de informática.
Por las noches nada de botellón, discotecas o terrazas de moda, me coloco la cámara fotográfica en bandolera y paseo como un turista más haciendo fotos a diestro y siniestro y solicitando a las guiris que me fotografíen en fuentes y plazas. Así he perfeccionado bastante el inglés y empiezo a defenderme en alemán y sueco. Una infusión en La Tetería es mi mayor exceso y si no surge plan, a las 12 en casa que hay que ir a la universidad por la mañana.
Los fines de semana paseo el perro de mi tía y saco al parque a mi hermanito. Ambos son unos reclamos magníficos.
Balance a 30 de septiembre.
En este mes llevo la siguiente cosecha:
- 20 direcciones de correo electrónico
- 7 números de teléfono foráneos.
- 6 nuevos amigos en Tuenti.
- 2 operación triunfo.
Irrepetible. Todo por un buen método y un buen mes, y este otoño a vivir de las rentas.
Septiembre ¡Viva Septiembre! Que viva el Método cibernético ¡Estoy hecho un maquina! A la sombra que calienta.
Sergio, eres la hostia. Cada día me sorprendes más, jajaja. Que bien te lo montas los meses de septiembre.
ResponderEliminarNo soy repetidor, pero tengo varias para septiembre por lo tanto tu plan para este año no me vale, pero el siguiente curso apretaré y nos vemos el septiembre próximo. Cuanto peligro ...
Lo que da si Noviciado , Ateneo, ... después de tantos años.
ResponderEliminarMuy bueno , artista